03Abr2023

¿Qué es una scaleup?

Cuando una startup triunfa en su mercado de lanzamiento, el mercado global la impulsará a convertirse en scaleup para llevar su modelo de negocio a otros mercados.

¿Qué es una scaleup?
El fomento del emprendimiento ha pasado a ser un elemento clave de la política económica en muchos países. Los nuevos negocios, gestionados por un profesional autónomo o por sociedades mercantiles, crean riqueza y valor añadido, aumentan el nivel de recaudación y generan empleo. Sin embargo, la figura de la startup tiene un problema conceptual: ¿Hasta cuándo se puede denominar a una empresa startup? Ha surgido una nueva categoría de empresa, la scaleup, que no deja de ser la evolución natural de las primeras.   Scaleup frente a startup Una startup se caracteriza por todos o la mayoría de estos puntos:  •    Producto o servicio innovador, ya sea por la propuesta de valor al cliente o el modelo de negocio para conseguirlo. •    Peso importante del uso de herramientas tecnológicas. •    Son escalables, buscan crecer en tamaño y volumen de negocio de forma rápida. •    Su enfoque es global, aunque empiezan a operar a una escala local. •    Operan con un coste inicial reducido, aunque suelen necesitar apoyo financiero externo para dar un salto. •    Son empresas jóvenes, están en sus primeras fases. Una starup pasa a ser una scaleup cuando: •    Tiene ya un recorrido en años y crecimiento.  •    Han cumplido ya sus hitos iniciales y tiene una posición destacada en su mercado de lanzamiento. •    Necesita un crecimiento importante de escala (de aquí su nombre) y con ello sus requerimientos de financiación son más elevados. En definitiva, las startups se limitan a una primera fase de desarrollo y crecimiento. Si lo consiguen, pueden convertirse en scaleups en su camino hacia la gran empresa.   Características de las scaleups La scaleup es, por tanto, una empresa con recorrido, con un producto o servicio ya maduro y que ya ha alcanzado la rentabilidad. Llegado a este punto, necesita un impulso, económico pero también organizacional. Es decir, se ha conseguido ya un modelo para crecer o tener presencia en nuevos mercados, escalando su modelo de negocio. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) o el ScaleUp Institute del Reino Unido señalan que para ser considerada scaleup una empresa debe haber crecido al menos durante tres años seguidos un 20% en facturación o en número de empleados.  Existen otras características que diferencian a las scaleups del resto del tejido productivo como:  •    Consolidación del producto: Aunque no renuncien a la innovación, esta es mucho más controlada: pocos cambios y en la mayoría de los casos modificaciones sobre un determinado producto o servicio que ya está en el mercado de forma exitosa. •    Personal cualificado: En contraste con las startups, pasan de tener responsables y trabajadores que se encargan de diferentes tareas de forma transversal a hacerlo de manera mucho más específica y especializada. A esto se añade la contratación de personal con una trayectoria profesional avalada. •    Mayor aversión al riesgo: Una de las consecuencias de consolidar un modelo de negocio es que, a diferencia de las primeras etapas se pasa de asumir muchos riesgos a centrarse en mejorar la rentabilidad de una idea exitosa. •    Cambios en la financiación: Las startups se centran especialmente en el apoyo de terceros, como business angels o aportaciones directas en capital de círculos cercanos, como amigos o familiares. En las scaleups la financiación es distinta, destacando la entrada de fondos de capital riesgo o grandes compañías que invierten en la empresa.    ¿Cómo llegar a ser scaleup? Para llegar a ser una scaleup ayudan los siguientes pasos:  •    Conseguir la financiación y fondos necesarios para poder crecer de forma sostenible. La irregularidad en la captación de capital ralentiza el crecimiento. •    Contratar personal especializado. Aunque la idea sea propia y se tenga miedo a perder el control es importante profesionalizar el negocio. •    Marcar objetivos. No es crecer por crecer, es imprescindible marcarse objetivos que sean siempre medibles y evaluables, para ir pasando de fase a fase. •    Automatización de procesos. A medida que se crece hay que invertir más en tecnología y realizar los cambios necesarios en la organización. El proceso de crecimiento puede ser rápido, por lo que es imprescindible ser muy dinámico. •    Dar importancia al marketing. Su presupuesto debe ir creciendo paulatinamente para llegar a un mayor público y convertir al producto o servicio en relevante en el mercado en el que se haya lanzado. En un mundo más global, aunque muchas startup se queden en el camino, las scaleup tendrán cada vez un peso mayor, llevando modelos de negocio a mercados más amplios y diversos.
Luis Alonso Seguros de Crédito

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