13Nov2024

¿Qué es un comité de riesgos?

El comité de riesgos es un órgano clave en identificar, supervisar, evaluar y gestionar la variedad de riesgos que pueden afectar a un negocio.

¿Qué es un comité de riesgos?
El comité de riesgos de una empresa es un órgano clave en la gestión de las diferentes contingencias a las que se enfrenta. La variedad de riesgos que pueden afectar al negocio y los problemas que pueden desencadenar, que se trasladan a distintas áreas, lleva a que su composición sea multidisciplinar, con miembros encargados de identificar, supervisar, evaluar y gestionar los distintitos problemas que puedan afectarles. Sus funciones son variadas y adaptadas al tamaño y complejidad de la empresa. Por ejemplo, una empresa que se dedique especialmente al comercio exterior tendrá mayor relevancia aspectos como el riesgo comercial o el riesgo de tipo de cambio, mientras que otra que se dedique a las inversiones financieras lo tendrá el riesgo de tipo de interés.   Miembros del comité de riesgos La composición del comité de riesgos es muy variada pero, como norma general, tendrá estos componentes: •    Miembros del consejo de administración: es habitual que algunos miembros del consejo de administración formen parte del comité de riesgos, tanto ejecutivos como consejeros independientes. Su presencia busca asegurar una visión imparcial y estratégica. •    Director de riesgos: Tiene como función liderar la gestión de riesgos a nivel operativo. Su función principal es identificar los riesgos y proponer estrategias para su mitigación. •    Director financiero: Debido a la relación directa entre riesgos financieros y la estabilidad de la empresa, tiene gran relevancia, especialmente en los riesgos de mercado, liquidez y crédito. •    Director jurídico: Este miembro proporciona asesoría sobre riesgos legales y regulatorios, así como implicaciones de cumplimiento. •    Director comercial: Define la política de ventas y crédito comercial, la asunción de nuevos clientes y los cobros. •    Directores de otras áreas clave, como recursos humanos o tecnología, que pueden verse implicados en riesgos operativos o tecnológicos.   Funciones del comité de riesgos La primera función de un comité de riesgos es identificar y evaluar no solo los diferentes tipos de riesgos, sino también la probabilidad de que ocurran y su potencial impacto. A partir de este análisis, y el establecimiento de límites y grados de tolerancia, se pueden establecer políticas de gestión riesgo. Gestionados los riesgos, estos deben ser controlados de forma continua, supervisando su evolución y la efectividad de las estrategias de mitigación implementadas. Además de los riesgos ordinarios, inherentes a la actividad, tienen especial relevancia la gestión de crisis, eventos de riesgo significativo, en los que el comité coordina la respuesta de la empresa y asegura que se implementen los planes de contingencia. Todo ello además debe ser plasmado en un informe que se mande a los órganos directivos de la empresa, que tienen el deber de promover una cultura empresarial que sea consciente de los riesgos, fomentando la responsabilidad en su gestión en todos los niveles de la empresa.   Importancia de los distintos riesgos Uno de los mayores retos de los comités de riesgo está en evaluar riesgos que son muy diversos y que en ocasiones llevan a entrar en conflicto entre distintos departamentos de la empresa. Así podemos encontrarnos con:  •    Riesgos comerciales:  uno de los riesgos más comunes a los que se enfrentan las empresas, se centra en la posibilidad de que los clientes no paguen a tiempo o, en el peor de los casos, se produzca un impago, afectando a aspectos tan importantes como la liquidez. •    Riesgos operativos: derivados de fallos en los procesos, en los sistemas e incluso en lo personal.  •    Riesgos estratégicos: derivados de decisiones empresariales como la expansión a nuevos mercados o la implantación de nuevas tecnologías. •    Riesgos regulatorios: por cambios en el marco legal y normativo de los países en los que opera la empresa. •    Riesgos tecnológicos: fundamentalmente derivados de amenazas de seguridad por ataques cibernéticos o robo de datos. •    Riesgos reputacionales: por problemas éticos, crisis mediáticas, mala atención al cliente… De entre estos los riesgos ambientales y sociales son cada vez más relevantes.   El riesgo comercial y su control adecuado De todos los riesgos que se analizan en el comité, el riesgo de crédito comercial es uno de los más destacados. No solo requiere un control permanente, sino que sus efectos se extienden a aspectos tan importantes como la liquidez y solvencia de la empresa.  Para su control se analizan las políticas de crédito comercial y se actualiza periódicamente en función del contexto económico y los cambios en los perfiles de los clientes. En este análisis se pone especial énfasis en los clientes morosos y las acciones correctivas a implementar para su reducción.  En este análisis se tienen en cuenta datos como:  •    Plazo medio de cobro que mide el tiempo promedio que tardan los clientes en pagar las facturas. •    Índice de morosidad o proporción importes impagados dentro de un período determinado. •    Concentración de crédito que mide la dependencia de un número reducido de clientes para las ventas a crédito. Una alta concentración puede incrementar el riesgo si estos clientes se retrasan o incumplen. •    Pérdida esperada o probabilidad de incumplimiento de un cliente por la exposición en caso de impago.  Igualmente se ponen en marcha medidas para paliar sus efectos como: •    Definir una política de crédito con criterios claros para la concesión de crédito, como límites de crédito según el perfil de cliente, plazos de pago y condiciones de financiamiento. •    Análisis de solvencia, evaluando la salud financiera de los clientes mediante análisis de balances, calificaciones crediticias y su comportamiento histórico de pago. •    Medidas de protección de impagos, como el seguro de crédito.   ¿Vender o cobrar? Alrededor del tratamiento del riesgo de crédito existe una tensión natural entre los departamentos comerciales y financieros. El área comercial suele estar enfocada en vender más para alcanzar sus objetivos de ventas y generar crecimiento para la empresa, mientras que el área financiera se centra en cobrar para mantener un flujo de caja saludable y evitar problemas de liquidez. Esta tensión genera un delicado equilibrio: •    Los equipos comerciales buscan cerrar ventas, a menudo ofreciendo condiciones de crédito más flexibles para atraer clientes y superar la competencia. Sin embargo, ventas a crédito más permisivas pueden aumentar el riesgo de impago y morosidad. •    El departamento financiero, por el contrario, se enfoca en minimizar el riesgo de impago, lo que puede implicar una política más estricta de crédito o límites más bajos para ciertos clientes. Esto puede restringir las oportunidades de ventas y generar fricciones con el área comercial. En este contexto, el director general suele desempeñar un papel clave como árbitro en la gestión de esta tensión entre ventas y finanzas, ya que tiene la responsabilidad última de equilibrar el crecimiento de la empresa con la sostenibilidad financiera. El director general puede mediar para asegurar que la política de crédito comercial favorezca tanto el crecimiento como la seguridad financiera, considerando los siguientes aspectos: •    Equilibrar crecimiento y riesgos, asegurando de que la estrategia de ventas no exponga a la empresa a un riesgo de crédito excesivo, sin sacrificar el crecimiento. Esto implica establecer límites de crédito razonables, diferenciados según el perfil de riesgo del cliente, y ajustar la política en función de las condiciones del mercado. Igualmente los productos de protección, como los seguros de crédito, son fundamentales para protegerse de muchas operaciones. •    Toma de decisiones estratégicas, especialmente sobre clientes u operaciones importantes, aceptando o no el riesgo de esa venta.  •    Fomentar una cultura de colaboración entre el departamento comercial y financiero, integrando herramientas de gestión y facilitando la comunicación entre ambos equipos. En definitiva, el director general no solo tiene un rol esencial en la toma de decisiones con respecto a la evaluación de riesgos, también debe sopesar intereses a veces encontrados y tomar decisiones equilibradas enfocadas en el crecimiento.
MÁRQUEZ Y CÍA

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