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En agosto de 2009, el indicador de Frecuencia Prevista de Impagos en el Reino Unido, que mejora desde abril, registró su segunda mayor caída en estos meses. No obstante, los niveles actuales siguen siendo similares a finales de 2008, lo que indica un alto riesgo de impago.

En el segundo trimestre de 2009, se abrieron en Inglaterra y Gales 5.055 procesos de insolvencia judicial, un incremento del 2,9% sobre la cifra del primer trimestre, y del 39,1% interanual. Las estimaciones no oficiales de agosto apuntan a una mejora superior al 20% frente al mes anterior, aunque no es previsible que constituya el comienzo de una tendencia. Es probable que el plan `Time to Pay´ [`Es Hora de Pagar´] del servicio fiscal y de aduanas haya tenido una repercusión positiva en los niveles de insolvencias de los últimos meses. Sin embargo, se devengarán pagos en los próximos meses, lo que aportará una mayor tensión al flujo de caja de las sociedades británicas. En consecuencia, estimamos que durante los próximos seis meses continuará subiendo la tasa de insolvencias.

En el segundo trimestre de 2009, la tasa de contracción económica fue del 0,6%. Es una cifra inferior de la que muchos habían previsto. La exportación de mercancías cayó un 1,4% en el segundo trimestre y las importaciones bajaron un 2,2%. A pesar de la debilidad de la Libra Esterlina, que abarata el precio de los productos británicos, muchos exportadores no están siendo capaces de aprovechar esta oportunidad en un contexto de debilidad de la demanda global. En agosto de 2009, las ventas minoristas del Reino Unido crecieron un 2,2% interanual. Con la tasa de paro aún en crecimiento y una tendencia natural en el público a ahorrar en lugar de gastar, entre los meses de junio y agosto, las ventas de alimentación continuaron comportándose mejor que las del sector no alimentario. El sector textil y del calzado continuó debilitándose y los electrodomésticos y muebles se retrotrajeron a los niveles de hace un año tras el crecimiento impulsado por el tiempo que hizo en el mes de julio.

El crecimiento volverá en 2010

Los últimos cinco trimestres de contracción han contribuido a que actualmente el PIB se haya reducido en total en un 5,5%. Si a ello le añadimos la tasa de crecimiento del 2,5% estimada para 2009, la lectura resulta bastante sombría. Las cifras del Instituto Nacional de Investigaciones Económicas [NIESR] indican que es probable que el PIB del tercer trimestre todavía muestre una pequeña contracción. El principal responsable de este desalentador panorama es la reciente noticia de que la producción industrial del Reino Unido en agosto cayó un 2,5% más que en julio, y un 11,3% interanual.

Mirando al futuro, la Cámara de Comercio Británica [BCC] ha revisado su estimación del PIB para 2009, y afirma ahora que el Reino Unido se contraerá hasta un 4,3% antes de empezar a crecer un 1,1% en 2010. El Fondo Monetario Internacional confía en que la economía británica se expanda un 0,9% en 2010, de manera que de nuevo ambas previsiones coinciden.

Las sociedades inmobiliarias y constructoras suponen el 25% de todas las insolvencias del Reino Unido. En el segundo trimestre de 2009, quebraron 1.573 empresas de este sector, el doble que en el tercer trimestre de 2007, antes del colapso crediticio. No obstante, hay algunas muestras de recuperación en el mercado residencial. Los constructores están volviendo a construir, tras un largo período deshaciéndose de stock. Los datos de evolución de precios de la vivienda difieren según la fuente, pero todas coinciden en que, en términos intermensuales, crecieron por tercer mes consecutivo en septiembre. Las hipotecas aprobadas se han ido recuperando a ritmo constante, mes a mes, desde el mínimo histórico alcanzado en noviembre de 2008. Sin embargo, las cifras de agosto muestran una ligera caída, lo que sugiere que el mercado posiblemente se haya estabilizado.

A pesar de que la mayor parte de los indicadores se mueven en la dirección correcta, no debemos caer en la complacencia. El número de viviendas comenzadas en 2009 se situará en torno a las 70.000, partiendo de una cifra máxima de 170.000 viviendas anuales,  siendo la más baja desde 1924. Además, la mayoría de los constructores residenciales estuvieron generando tesorería durante la fase de reducción de stocks, sin incurrir en costes constructivos y, por ende, estaban en disposición de atender su deuda. Ahora tendrán que volver a incurrir en costes constructivos que tendrán que financiar. Los bancos siguen reacios a prestar dinero, y ya hemos visto a algunos de los principales operadores dirigiéndose a los accionistas con emisiones y colocaciones para financiar la compra de terrenos.

Hay algunas buenas noticias sobre gasto público a corto plazo, con grandes inversiones del gobierno en ferrocarriles, salud y educación, y una potente cartera de proyectos para lo que queda de 2009 y 2010. Lo anterior queda atemperado por el hecho de que se prevé una caída en viviendas sociales de alrededor del 20% en 2009, puesto que con frecuencia depende de que se acompañe de una construcción de vivienda privada, normalmente en una parcela compartida.