Signos alentadores de recuperación en Estados Unidos
Aunque hemos visto signos muy positivos de recuperación, las expectativas de que esta tendencia continúe deben atemperarse hasta que pueda establecerse si se trata un crecimiento real.
El PIB de Estados Unidos creció un 3,5% en el tercer trimestre de 2009 respecto al trimestre anterior impulsado por los paquetes de estímulo del Gobierno, como el programa de renovación de vehículos `cash for clunkers´ [`dinero por su viejo coche´], que impulsó la venta de automóviles, o el crédito fiscal de 8.000 dólares a nivel federal a disposición de quienes compran su primera vivienda, que ha contribuido a revitalizar el mercado de la vivienda de segunda mano durante este período.
En octubre, la producción manufacturera en Estados Unidos registró el mayor crecimiento mensual desde abril de 2009, de nuevo con la ayuda de los paquetes de estímulo y de una mayor demanda de exportación. Resulta alentador que el empleo dependiente del sector manufacturero creciera por primera vez en 15 meses. Sin embargo, el indicador que mide los nuevos pedidos, como indicio de posible producción futura, cayó en octubre, lo que suscita inquietudes respecto a la sostenibilidad del índice de recuperación del sector manufacturero, habida cuenta de que las medidas de estímulo sólo son temporales. En septiembre el sector de la construcción de Estados Unidos registró su mayor subida en un año empujado por el aumento de las obras públicas y el mayor aumento mensual de construcción privada residencial en más de seis años.
A pesar de las medidas de estímulo fiscal, concebidas para suavizar actitudes en materia de préstamos, el crédito sigue restringido, debiendo los bancos regionales y locales más pequeños, por ejemplo, lidiar con carteras de préstamos inmobiliarios comerciales difíciles. Esta situación genera problemas para las pequeñas empresas, que deben luchar por ampliar, modificar o refinanciar, a su favor, las condiciones de los actuales contratos. La suspensión de pagos de CIT el 1 de noviembre podría exacerbar un entorno crediticio ya de por sí altamente restrictivo si, al contrario de lo que afirman los actuales informes, se produce cualquier impacto negativo en sus capacidades de factoring y préstamos a las pequeñas empresas. CIT proporciona o facilita la provisión de liquidez a cerca de un millón de pequeñas empresas, algunas en sectores en dificultades como comercio minorista, confección y mobiliario. La capacidad de estas empresas de conseguir financiación en otras fuentes se verá seriamente afectada si CIT, tras la suspensión de pagos, no es capaz de mantener sus anteriores niveles de apoyo.
Crédito y Caución ha observado que muchas empresas están dando, de manera activa, los pasos necesarios para mejorar su gestión financiera y operativa mediante un mejor control de inventarios, prestando atención al ciclo de cobros y priorizando la generación orgánica de tesorería. Según la experiencia de Crédito y Caución, las pérdidas en Estados Unidos tienden a producirse como resultado de quiebras empresariales o concursos de acreedores, más que como consecuencia de una morosidad prolongada. No es extraordinario que muchas empresas sigan pagando diligentemente hasta llegar al punto de declarar concurso de acreedores, y sólo a partir de ese momento dejan de cumplir sus obligaciones para con los acreedores. Por tanto, cabe insistir en la necesidad de asegurarse contra tales circunstancias imprevistas.
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La recuperación continúa, pero el crédito sigue restringido
En junio, según datos de la Oficina Administrativa de los Tribunales de Estados Unidos se habían producido 30.333 quiebras, lo que representa un aumento del 64% interanual. El entorno de restricción continuada del crédito y, potencialmente, la suspensión de pagos de CIT podrían contribuir a un mayor aumento de las insolvencias durante lo que queda de 2009.
En septiembre, el indicador de Frecuencia Prevista de Impagos para las compañías seleccionadas en Estados Unidos volvió a caer en relación con el mes anterior, prosiguiendo su descenso de los siete últimos meses. Aunque registra un descenso generalizado, los actuales niveles de previsiones de impago en Estados Unidos se mantienen tres veces por encima del nivel del verano de 2008, lo que indica que sigue existiendo un alto riesgo.
Aunque en los últimos meses hemos visto signos muy positivos de recuperación, las expectativas de que esta tendencia continúe deben atemperarse hasta que pueda establecerse si se trata de indicios de un crecimiento real o si es, simplemente, resultado de la financiación de estímulo temporal y del reabastecimiento para hacer frente a necesidades a corto plazo. El índice de desempleo nacional oficial se sitúa actualmente en el 10,2%, y se espera que siga creciendo. Esta tendencia podría suponer un obstáculo al gasto de los consumidores, un elemento crucial para una recuperación sólida y duradera. Según las previsiones del FMI, el crecimiento de Estados Unidos rebotará un 1,5% en 2010.
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