Caída de las insolvencias de empresas en el Reino Unido
El plan `time to pay?, que permite a los clientes viables que no pueden pagar aplazar sus pago en un período de tiempo más largo, está mejorando las cifras de insolvencias.
El PIB del Reino Unido creció un 1,2% en el segundo trimestre de 2010, tras registrar un crecimiento del 0,3% en el primer trimestre. El nivel de crecimiento sorprendió a muchos y se debió en gran medida a unos resultados mejores de lo previsto tanto en la construcción como en los servicios financieros. Las previsiones para el resto del año son muy dispares, pero la mayoría de los analistas cree que veremos, probablemente, un crecimiento en torno al 1,5% para el período de 12 meses y, por tanto, efectivamente plano para lo que queda de año. El déficit comercial del Reino Unido aumentó de nuevo en julio de 2010, situándose en 4.900 millones de libras, un incremento respecto al déficit de 3.900 millones de libras del mes de junio. Se trata de un dato decepcionante, ya que pone de manifiesto una vez más que el crecimiento no se debe a un aumento de las exportaciones, lo que resulta sorprendente a la vista de la debilidad continuada de la libra esterlina frente a otras monedas importantes. Se aprecian indicios de que muchas empresas han mantenido sus precios y han aumentado su margen, pero sin generar volumen para aprovechar el tipo de cambio favorable. Las buenas noticias son que los primeros indicadores sugieren que las exportaciones sí repuntaron en agosto, como resultado de un aumento de la demanda mundial generado por una combinación de rápido crecimiento en mercados emergentes y una ligera mejora en la Eurozona.
De acuerdo con la opinión de Crédito y Caución, las empresas británicas todavía podrían incurrir en morosidad en el conjunto de la cadena de suministro y con independencia de su tamaño. Aproximadamente la mitad de las empresas británicas entrevistadas declararon que habían experimentado retrasos en los pagos, solicitudes de ampliaciones de plazos de pago y de aumento del crédito, lo que apunta a un potencial riesgo adicional en materia de pagos. Las últimas cifras de insolvencias muestran que se produjeron 4.080 liquidaciones forzosas y liquidaciones voluntarias de acreedores en Inglaterra y Gales en el segundo trimestre de 2010, lo que supone un aumento del 0,5% respecto al primer trimestre y una reducción del 19,1% respecto a los datos de 2009. En comparación con recesiones anteriores, ésta resulta sorprendente ya que, por lo general, las insolvencias siguen creciendo durante algunos meses incluso después de que la economía haya empezado a crecer de nuevo. Es muy probable que el plan time to pay del HMRC, que permite a los clientes viables que no pueden pagar en la fecha de vencimiento efectuar pagos a lo largo de un período más largo, siga contribuyendo a mejorar las cifras de insolvencias. Sólo el tiempo lo dirá, ya que algunas empresas se enfrentarán a dificultades para ponerse al día con sus pagos de impuestos aplazados. El HMRC está adoptando una postura mucho menos indulgente con las nuevas empresas que intentan ahora acogerse a este plan. No obstante, Crédito y Caución prevé que las insolvencias de empresas se reduzcan un 10% interanual en 2010 y un 5% en 2011. Los préstamos a empresas siguen siendo un problema
La disponibilidad de préstamos bancarios a las empresas del Reino Unido sigue siendo un problema real, especialmente en el caso de las PYME que están intentando salir del ciclo y recuperar el crecimiento. Las cifras de junio revelaron una contracción mensual neta de 3.500 millones de libras, tras la contracción de 3.300 millones de los dos meses anteriores. Los primeros indicios apuntan a que las cifras de julio también fueron débiles y es poco probable que pongan de manifiesto un enfoque más indulgente por parte de las instituciones financieras. Si bien algunos bancos extranjeros están ahora mirando más allá de sus propios mercados domésticos, los indicios parecen apuntar a que están intentando aumentar sus carteras en mercados emergentes en lugar de volver a abrir la puerta en mercados tradicionales como el Reino Unido.
En nuestro anterior informe sobre el Reino Unido, aludíamos a la decisión del nuevo Gobierno de coalición de tomar medidas inmediatas con vistas a reducir el déficit mediante un presupuesto de emergencia. No cabe duda de que los recortes del gasto en el sector público ya han empezado a tener un impacto negativo, especialmente en los sectores que dependen en gran medida de los contratos públicos, como la construcción y el sector de TI. Para reflejar de algún modo la magnitud de los recortes, mientras que el gasto total del Gobierno en 2008 y 2009 ascendió a 620.000 millones de libras, el nuevo Gobierno ha pedido a todos sus departamentos que presenten planes de actuación en los que se reflejen recortes del 40%, si bien parece probable que, en última instancia, el recorte se quede en el 25%. Si bien se aprecian algunos signos de mejora en la economía del Reino Unido, el mayor reto radica en encontrar el equilibrio correcto para reducir la deuda nacional sin producir un impacto negativo en el crecimiento. El Gobierno de coalición ha adoptado medidas fuertes y contundentes, pero sólo el tiempo dirá si ha ido demasiado lejos y lo ha hecho demasiado pronto. Entretanto, Crédito y Caución sigue manteniendo un enfoque optimista pero cauto. De manera global, las recientes previsiones del FMI apuntan a que el PIB del Reino Unido crecerá un 2% en 2011. |
Agencia exclusiva nº 20004
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