14Abr2011

Las insolvencias en Estados Unidos, estables pero elevadas

Crédito y Caución prevé que, en 2011, las quiebras empresariales se reduzcan un 10% en Estados Unidos, situándose en 51.700 casos, muy por encima de los 28.100 de 2007.

Las insolvencias en Estados Unidos, estables pero elevadas

Tras registrarse aumentos interanuales superiores al 40% entre los años 2007 a 2009, Crédito y Caución prevé que los datos confirmen que las insolvencias de empresas en Estados Unidos se han reducido un 5% en 2010, lo que confirmaría su estabilización, aunque a un nivel todavía alto. Las actuales previsiones de una recuperación continuada Crédito y Caución estima un crecimiento del PIB del 3,2% en 2011 sugieren una mejora de las insolvencias de empresas este año. Crédito y Caución prevé una nueva caída del 10% interanual de las quiebras de empresas, que se situarían en los 51.753 casos.

El promedio de Frecuencia Prevista de Impagos en diciembre de 2010 para las empresas de Estados Unidos mantuvo la tendencia a la moderación observada en los últimos meses, con una caída de 16 puntos básicos respecto al mes anterior, situándose en los 92 puntos básicos. Supone una reducción de 50 puntos básicos desde el inicio de 2010, y la Frecuencia Prevista de Impagos más baja desde septiembre de 2008. La mejora se debe principalmente a un aumento de los precios de los valores y una reducción simultánea de la volatilidad del mercado. Sin embargo, el nivel actual sigue reflejando condiciones de impagos muy por encima de la media a largo plazo, enfrentándose las empresas de Estados Unidos a riesgos de impagos considerablemente superiores a los de años anteriores.

Si bien la evolución del sector empresarial parece más propicia, los expedientes de quiebra de particulares siguen aumentando. Según datos de los tribunales de Estados Unidos, los expedientes presentados a los tribunales federales aumentaron un 14,4% interanual durante el año fiscal 2010, es decir, en los doce meses anteriores al 30 de septiembre de 2010, situándose en 1.538.088 casos, frente a los 1.344.095 del año fiscal 2009 o los 1.004.342 de 2008. Se trata de la cifra más elevada de quiebras de particulares en un año fiscal desde 2005.

Principales evoluciones económicas

De acuerdo con la segunda estimación de la Oficina de Análisis Económico de Estados Unidos [BEA] de finales de febrero, en el cuarto trimestre de 2010, el producto interior bruto [PIB] real aumentó un 2,8% respecto al trimestre anterior. Esta modesta aceleración del crecimiento puede atribuirse principalmente a las contribuciones positivas del consumo privado, las exportaciones netas y las inversiones en inmovilizado no residencial.

Según la BEA, en 2010, el déficit de la balanza comercial se situaba en 497.800 millones de dólares estadounidenses, un 32,8% más que en 2009. En términos de porcentaje del PIB de Estados Unidos, el año pasado el déficit se sitúo en el 3,4%, un 2,7% más que en 2009. Las importaciones crecieron en 384.000 millones de dólares estadounidenses, hasta los 2,3 billones en 2010 [19,7%], mientras que las exportaciones crecieron en 261.000 millones de dólares estadounidenses, hasta los 1,8 billones de dólares estadounidenses [16,6%]. En diciembre, las exportaciones de bienes y servicios [por valor de 163.000 millones de dólares estadounidenses] registraron un máximo desde julio de 2008. En general, la debilidad del tipo de cambio del dólar estadounidense ha contribuido a sostener el crecimiento de las exportaciones y se prevé que siga siendo así en 2011.

La confianza empresarial en el sector de manufacturas se ha recuperado de manera generalizada desde mediados de 2009. Según el Instituto de Gestión de Suministros, la actividad en el sector de las manufacturas creció en enero de 2011 por décimo octavo mes consecutivo, con importantes nuevos pedidos, tanto del mercado interno como en el ámbito de las exportaciones. Según datos de la Reserva Federal, en el período octubre-diciembre 2010, el índice de crecimiento anual de la producción industrial fue de tan solo el 2,4%, un ritmo menor que el registrado en trimestres anteriores. El índice de utilización de la capacidad en todos los sectores siguió creciendo en el segundo semestre de 2010, situándose en diciembre en el 76%. Una vez dicho esto, estos datos siguen estando un 5% por debajo de las medias registradas antes de la crisis y, por lo tanto, se prevé que las empresas sigan actuando con cautela respecto a gastos sostenidos de capital. Esta cautela podría ser un obstáculo para que la recuperación se estabilice.

Según las estimaciones preliminares de la BEA, el aumento trimestral del consumo personal real en el último trimestre de 2010 fue del 4,4%, frente a un aumento del 2,4% en el tercer trimestre, contribuyendo por tanto en gran medida, junto con las exportaciones, al crecimiento del PIB. En diciembre, el sector minorista volvió a crecer por sexto mes consecutivo, con un aumento del 0,6% respecto al mes anterior. El dato está ligeramente por debajo de las previsiones del 0,8% del sector privado, ya que el comercio minorista empezó a vender antes y sufrió los efectos de unas condiciones meteorológicas adversas. Las ventas minoristas crecieron un 6,6% en términos interanuales, lo que supone el mayor crecimiento interanual desde 1999. Sin contar las ventas de automóviles, las ventas minoristas crecieron un 0,5% en diciembre, registrando un fuerte aumento del 5,9% para el conjunto del año.

Sin embargo, la confianza de los consumidores sigue estando muy por debajo de los máximos alcanzados antes de la crisis, a pesar de un repunte en enero de 2011, tras mostrar indicios de estancamiento y recaída en los meses anteriores. Los consumidores siguen mostrándose cautelosos ante la evolución del mercado laboral y las perspectivas económicas para el año próximo.

 Según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, en enero de 2011 el índice de desempleo se situó en el 9%, lo que supone una caída del 0,4% respecto al mes anterior. Sin embargo, esta aparente mejora se debe en gran parte al elevado número de desempleados que han renunciado a buscar un empleo y han abandonado la población activa disponible. Al mismo tiempo, las estadísticas de nóminas no agrícolas de la BEA, que cubren empresas manufactureras, de la construcción y productoras de bienes, muestran que el empleo creció solo ligeramente en dichos sectores, 36.000 puestos de trabajo, lo que pone de manifiesto la debilidad persistente del mercado laboral, a pesar del rebote. El impacto de esta situación en la confianza de los consumidores puede desalentar el consumo interno en 2011, a no ser que se produzca una mejora en el mercado laboral. Otro obstáculo a una recuperación generalizada en el gasto de consumo es la caída de los precios e la vivienda, que afecta negativamente a la riqueza de los hogares. La recuperación de precios ha dado paso a una nueva debilidad, debido en parte a la finalización, en abril de 2010, del programa de crédito fiscal para la compra de viviendas [Home Buyers Tax Credit Scheme], lo que hará caer tanto los valores colaterales como la capacidad de acceso al crédito. Las perspectivas no son mejores: a pesar de una caída del 40% en los precios de la vivienda desde 2006, las tendencias fundamentales apuntan a una debilidad continuada del mercado de la vivienda.

La caída de los precios de la vivienda también tiene un efecto adverso potencialmente significativo en el sector bancario. El Fondo Monetario Internacional [FMI] estima que las ejecuciones siguieron aumentando en Estados Unidos en 2010. Las cifras del FMI también sugieren que los índices de cancelación de créditos hipotecarios y comerciales supondrán una presión añadida en el capital y los préstamos bancarios.

La última Encuesta Senior Loan Officer Survey de la Reserva Federal sobre prácticas de préstamo bancario sugiere que los préstamos bancarios se han quedado rezagados respecto al repunte de la actividad en la economía real, posiblemente debido a una incertidumbre continuada sobre futuras cancelaciones de préstamos y posiciones de capital debilitadas. Las mejoras en las condiciones subyacentes para la oferta crediticia se han frenado en seco en gran medida.

Según la Reserva Federal, la demanda neta de créditos para empresas, fundamentalmente de grandes y medianas empresas, volvió a crecer en el cuarto trimestre de 2010, tras la caída registrada el trimestre anterior. Sin embargo, la demanda de los consumidores estadounidenses sigue apagada, lo que podría limitar una mejora a corto plazo del consumo interno. Los préstamos a hogares en Estados Unidos se han contraído a un ritmo constante del 5% anual, desde mediados de 2009, y cualquier repunte se enfrentará a la nueva debilidad del mercado de la vivienda en Estados Unidos, ya que la bajada de precios de la vivienda supone una reducción del valor colateral disponible para préstamos.

El índice de inflación cayó sensiblemente a lo largo del primer semestre de 2010, situándose en el 1,6% en enero de 2011. A pesar de haber aumentado en los últimos dos meses, la inflación de precios de consumo sigue por debajo del objetivo anual del 1,6%-2% de la Reserva Federal. Debido a la incertidumbre económica y a los índices de desempleo persistentemente altos, las empresas se muestran reticentes a la hora de repercutir en los clientes el aumento de los precios de las materias primas. Las preocupaciones respecto al riesgo de deflación o de una caída prolongada de los precios, combinadas con la nueva debilidad del mercado nacional de la vivienda y la depresión de las condiciones del mercado laboral, llevaron al Consejo de la Reserva Federal a anunciar, en noviembre de 2010, su intención de proceder a una segunda ronda de flexibilización cuantitativa para reducir los costes de los préstamos, lo que debería contribuir a estimular el crecimiento económico y a la creación de empleo. Supondrá comprar más valores del Tesoro a largo plazo, por un total de 600 millones de dólares estadounidenses, hasta finales del segundo trimestre de 2010.

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