18Jul2022

Teletrabajo: un nuevo impulso para la discapacidad

El desarrollo de la tecnología y la necesidad de teletrabajar impuesta por la pandemia suponen un nuevo tablero de juego en el que empleo y discapacidad están cada vez más cerca.

Teletrabajo: un nuevo impulso para la discapacidad
La adopción forzosa del teletrabajo, que hace apenas un año llevó a casi tres millones de personas en España a trabajar desde casa, es hoy una realidad cada día más presente que supone una gran oportunidad para la integración laboral de los mil millones de personas con discapacidad que hay en el mundo, casi cuatro de ellos en nuestro país. Los expertos coinciden en que el teletrabajo aportará importantes beneficios laborales a las personas cuya discapacidad está relacionada con sus dificultades de desplazamiento, pero no es la panacea de la inserción laboral de este colectivo, cuyas barreras de acceso al empleo van más allá de la movilidad e incluye perfiles que requieren de un acompañamiento presencial. El hecho de poder trabajar desde casa supone para ellos una gran ventaja tanto en términos de movilidad como de confianza y autoestima personal y profesional. Además, trabajar en remoto les facilita la conciliación de la vida familiar y laboral y, según numerosos estudios, reduce los conflictos y el absentismo laboral. De hecho, cada vez son más los gobiernos, organizaciones y empresas que apuestan por el teletrabajo como vía para apoyar el acceso al mundo laboral de las personas con discapacidad. Los criterios ESG (Environmental, Social and Governance) de las empresas y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas son un buen ejemplo de ello. Los criterios ESG hacen referencia a factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo que deben estar presentes en cualquier empresa que quiera ser viable en el futuro. En este sentido, la S del factor Social se ocupa de desarrollar políticas que favorecen la diversidad, la equidad y la inclusión, apostando muchas veces por el teletrabajo como forma de integrar a personas con discapacidad. Y lo mismo sucede con la Agenda 2030 y su compromiso de que “nadie se quede atrás”. De hecho, el Objetivo 8 de Desarrollo Sostenible pretende promover el crecimiento económico sostenible y el trabajo decente para todos, y es en este aspecto donde el trabajo en remoto puede resultar muy útil para el ámbito de la discapacidad. Todos los esfuerzos en este sentido van de la mano de la tecnología, verdadero pilar del teletrabajo que, además de facilitar el día a día de las personas con discapacidad, permite aprovechar todo su talento mediante aplicaciones específicas que facilitan su desempeño. “Detrás de una pantalla todos somos iguales y prevalecen las competencias profesionales”, señala Begoña Bravo, responsable del Plan de Integración de la Fundación Adecco. La décima edición del informe Tecnología y Discapacidad, elaborado por la Fundación Adecco y Keysight Techonologies, lo corrobora: “la tecnología tiene un gran potencial para acabar con las barreras de discriminación basadas en variables relacionadas con la movilidad o las capacidades de comunicación, que tradicionalmente han perjudicado el acceso de las personas con discapacidad”, afirma el director general de la Fundación, Francisco Mesonero. De hecho, el 68% de los entrevistados para el informe considera que los avances tecnológicos son grandes aliados para su acceso al empleo. El estudio recalca además que para el 72% de los encuestados con empleo las nuevas tecnologías le ayudan a desempeñar su puesto de trabajo. De ellos, un 18% utiliza productos tecnológicos de apoyo adaptados a su discapacidad (ratones y teclados virtuales, impresoras braille...) y un 9% comenta que ha logrado su empleo actual gracias a la consolidación del teletrabajo en la pandemia, a pesar de que a lo largo de 2020 la contratación de personas con discapacidad se desplomó. El Foro Económico Mundial, sin embargo, espera que en 2022 vuelva a alcanzar los niveles prepandemia. El futuro, por tanto, apunta a cierto optimismo y la tecnología, de nuevo, será clave. Un ejemplo de ello es park-4Dis, una aplicación que permite encontrar plaza de aparcamiento reservada para Personas con Movilidad Reducida (PMR) a lo largo y ancho de España. Cuenta actualmente con 50.000 plazas mapeadas, lo cual facilita los desplazamientos a las 450.000 personas con movilidad reducida censadas en nuestro país. Según Mesonero, “hay personas que solo pueden moverse en vehículo privado porque el transporte público todavía está muy lejos de ser accesible. Por eso, tener la seguridad de moverse con libertad impacta directamente en su empleabilidad, facilitándoles acudir al puesto de trabajo o incluso permitiéndoles realizar trabajos en los que el transporte es imprescindible”.
ELEMAR RIESGO, S.L.

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