07Sep2021
¿Qué es la expansión cuantitativa?
La expansión cuantitativa es una herramienta de política monetaria que busca aumentar la liquidez en el país o zona económica.
Desde 1999 el Banco Central Europeo (BCE) es el organismo responsable de la política monetaria en toda la Eurozona, incluida España. Esta se sustenta en dos pilares: • La independencia con respecto a los gobiernos de los países de la zona euro y el resto de los organismos. • Mantener la estabilidad de precios, un objetivo reforzado aún más tras la ratificación del Tratado de Lisboa en 2009. Cuando se habla de mantener los precios no se trata de que estos no aumenten, sino que lo hagan de forma controlada, ya que esta estabilidad tiene que ir siempre de la mano del crecimiento económico. En concreto, el objetivo del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo es mantener un incremento de precios, la inflación, en un nivel inferior, aunque próximo, al 2% en un entorno en el medio plazo. Para conseguirlo, una de las herramientas es la expansión cuantitativa. En qué consiste la expansión cuantitativa La expansión cuantitativa, quantitative easing (QE) en inglés, es una herramienta de política monetaria que busca aumentar la liquidez, el dinero en circulación, en el país o zona económica donde se aplique. Para ello, el organismo encargado de la política monetaria, el BCE en nuestro caso, compran títulos de deuda, ya sea pública, como Bonos del Estado, o privada, emitida por empresas. Con ello se busca ampliar la liquidez e impulsar el crédito, aunque también se puede generar efectos negativos, como que se reduzca la rentabilidad la deuda y con ello pierdan incentivo los inversores. La expansión cuantitativa paso a paso La expansión cuantitativa, utilizada por el BCE desde marzo de 2015, sigue los siguientes pasos: 1. El Banco Central Europeo compra los bonos (deuda) a las entidades financieras. 2. La compra genera liquidez e incrementa el precio de los bonos. 3. Al aumentar el precio de los bonos, se reduce su rentabilidad y también se abaratan los préstamos. 4. Con tipos de interés más bajos tanto las empresas como los consumidores pueden pedir más préstamos y pagar menos por sus deudas. 5. El resultado es que aumenta la inversión y el consumo. 6. Este incremento fomenta el crecimiento de la economía y la creación de empleo. 7. El objetivo es que crezca la economía, pero no superando la inflación objetiva. ¿Por qué utilizar la expansión cuantitativa? La expansión cuantitativa, puesta en marcha hace apenas seis años en Europa, es una medida relativamente novedosa. El BCE no fue la primera entidad en ponerla en marcha ni la única en la que la ha utilizado. El Banco de Japón ya lo había hecho con anterioridad y la Reserva Federal Americana (FED), el organismo encargado de la política monetaria en Estados Unidos empezó a utilizarla en 2008. También ha sido implementada posteriormente en Suecia o Reino Unido. En todos los casos se ha empleado en la misma circunstancia, cuando se ha agotado la herramienta básica de expansión monetaria: bajar los tipos de interés. En el caso de la Eurozona, en 2014 los tipos llegaron a su suelo. Especialmente cuando el BCE fijo el tipo de interés de la facilidad de depósitos en valores negativos, los bancos pagaban por el dinero que depositaban en su banco central. Ante la necesidad de nuevos estímulos, se decidió en 2015 comenzar a comprar deuda. Estas compras se han realizado de forma descentralizada por parte de cada Banco Central de cada país. En España, es el Banco de España, como miembro integrante del Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC) el organismo encargado. El resultado de la expansión cuantitativa La expansión cuantitativa ha conseguido aumentar la liquidez de las entidades de crédito (bancos), pero esta no siempre se ha trasladado a un incremento proporcional en los préstamos concedidos. En el caso de Europa, este aumento no ha sido igual en todos los países. Así en Francia, Luxemburgo o Países Bajos, entre otros, sus reservas aumentaron más que la compra de la deuda, mientras que en otros como España o Portugal fue inferior. Esto es así porque no toda la liquidez se queda dentro de las fronteras. Normalmente los países económicamente más fuertes se benefician en mayor medida. Aún así, la expansión cuantitativa ha ayudado al crecimiento económico de la Unión Europea y la mayoría de los analistas coinciden en que los beneficios de la inyección liquidez, superan sus consecuencias negativas. Ya que, aunque baje el atractivo de la deuda a otros compradores, al reducir su rentabilidad, genera un incremento de confianza entre los inversores que amortigua sus efectos negativos. También ha conseguido, a pesar del parón económico derivado de la crisis por el Covid-19, mantener hasta la actualidad los intereses bajos y competitivos, a pesar de las señales de incremento de morosidad. El final de la expansión cuantitativa: el tapering La expansión cuantitativa siempre está supeditada al objetivo de estabilidad de precios, como hemos señalado en el caso de la zona euro, que no supere el 2% en el medio plazo. Si la subida de precios se consolida se pasa a una fase distinta, el tapering, algo que, por ejemplo, ya realizó Estados Unidos en 2017-2018. El tapering consiste en la retirada paulatina de los estímulos y, por ello, en primer lugar, que los importes de compra de deuda sean cada vez menores. Si es necesario, se puede dar un paso más subiendo tipos de interés. Aunque nació cuando la política de bajadas de tipos de interés se agotó, parece claro que la expansión cuantitativa puede actuar en un futuro de forma independientemente. Puede darse el caso que, con tipos de interés positivos, países decidan estimular sus economías comprando deuda y no bajando tipos, o que lo hagan de forma combinada. En definitiva, la expansión cuantitativa es una herramienta flexible que busca ayudar a los organismos encargados de la política monetaria a conseguir un equilibrio entre estabilidad de precios y crecimiento económico.