04Des2023

¿Qué son las soft skills?

Se busca profesional empático, resiliente, proactivo, conciliador, motivador, comunicativo… habilidades blandas para adaptarse a entornos tan inciertos como el presente.

¿Qué son las soft skills?
Un profesional presenta un buen currículo académico, pero poca tolerancia a la presión y dificultades para trabajar en equipo o admitir errores. Otro carece de tanta preparación, pero aporta una disposición natural a aprender, colaborar y solucionar problemas en vez de crearlos. ¿A quién contrataría? La intuición se decantaría por el segundo. También la Universidad de Harvard cuando cifra en un 85% la cuota de la actitud y las soft skills en el éxito profesional. A fin de cuentas, salvo que se trate de un perfil especialmente técnico como una ingeniería, la disposición a empaparse del segundo candidato en el ejemplo puede compensar su déficit de cualificación. Un estudio de LinkedIn calcula entre el 70% y el 80% el peso de esas habilidades personales y sociales en la selección de personal. A la hora de contratar, el 57% de los directivos también optarían por el segundo candidato. Sin embargo, según el mismo estudio, el 89% de los despidos en sus empresas se producen por deficiencias en las soft skills. Y hablamos de un informe realizado justo antes del Covid 19, posiblemente hoy les atribuiría aún más influencia. Para expertos como Sergio Bernués, autor de El Penalti de Panenka, su importancia ha crecido en los últimos años porque son las habilidades más necesarias precisamente para enfrentar entornos volátiles, inciertos, de crisis solapadas, cisnes negros y cambios acelerados como la transformación digital. Todas las empresas necesitan a empleados que hagan bien su trabajo, pero también que contribuyan con su actitud a un entorno laboral estimulante, explica la IEBS Digital School. “Las soft skills son la diferencia entre los candidatos adecuados y los ideales”, apunta. ¿Por qué? Hablamos de lo personal proyectado en lo profesional, de habilidades individuales y sociales que hacen de un compañero una presencia motivadora. Listas de soft skills hay varias, pero podrían resumirse en cualidades como la capacidad de ponerse en lugar de los demás, la tendencia a colaborar, trabajar en equipo y resolver conflictos, el autocontrol emocional proyectado en el aplomo, la asertividad y un ego contenido, resiliencia, flexibilidad y gestión de la presión visión crítica y creatividad para tener ideas fuera de la caja, o la habilidad de transmitir a los demás esa actitud proactiva. También un optimismo pragmático, con los pies en el suelo, por oposición al comprensible derrotismo que transmiten panoramas como el actual. Algunos autores añaden otras derivadas de las soft skills genéricas, por ejemplo la facilidad para gestionar el tiempo escaso, un sentido del humor con medida, no invasivo o forzado, la integridad y una doble versión en la toma decisiones: por un lado las analíticas, basadas en datos, y por otro las intuitivas ante situaciones donde precisamente la falta de datos puede paralizarnos. El profesor y especialista en psicosociología Manel Fernández Jaria, autor de Trabaja en modo actitud, las agrupa en cinco categorías: las relacionadas con el autoconocimiento, la regulación emocional propia que ayuda a la ajena, la empatía, la gestión de las relaciones entre compañeros y equipos. Y también con esa valiosa capacidad de motivarse a uno mismo que acaba motivando a otros. Por eso el #twecos, periodista y profesor Domingo Soriano dice que en sus clases de economía el concepto que más repite es “incentivo”. La convicción de que trabajar merece la pena.