En toda inversión económica, a la búsqueda de un rendimiento positivo se opone el riesgo de que se minimicen los resultados esperados o incluso que la inversión acabe en pérdidas. Ese riesgo tiene un origen muy variado: legal por cambios de normativa, operacional por fallos en los procesos, reputacional por la percepción negativa de las actividades de la empresa… Entre todos estos riesgos son especialmente relevantes los riesgos financieros, definidos como aquellos en los que distintas variables económicas que puedan generar pérdidas o la disminución de beneficios a una inversión. ¿Cuántos tipos hay?   Riesgo de tipo de interés Las variaciones de los tipos de interés de un país realizado por las autoridades monetarias (en Europa el Banco Central Europeo), puede incidir de forma importante a muchas inversiones, especialmente aquellas relacionadas con la renta fija. Este riesgo tiene una doble vía. Si los tipos de interés bajan y se tiene una cartera de valores con tipos de interés medios más altos, su valor sube. Por el contrario, si los tipos suben, y las futuras inversiones se consiguen a tipos de interés mejores, el valor de la cartera, de la inversión, bajará. Pero el riesgo de tipo de interés también afecta a cualquier proyecto desde el punto de vista de la financiación. Una subida encarece los préstamos y con ello afecta a los rendimientos de los proyectos presentes o futuros, con recursos económicos más caros que disminuirán su rentabilidad.   Riesgo de tipo de cambio El riesgo de tipo cambio es la posibilidad de que las fluctuaciones en los tipos de cambio de las divisas afecten el valor de las inversiones. Este riesgo es particularmente relevante para empresas multinacionales y para inversores que tienen activos en monedas extranjeras. Aunque la entrada del euro ha hecho que muchas empresas hayan reducido este riesgo al desaparecer entre los países de la zona euro, sigue siendo importante cuando se vende y compra especialmente en dólares, la divisa más relevante en las transacciones internacionales. Para evitarlo existen diferentes instrumentos de cobertura que buscan fijar el tipo de cambio y evitar el efecto de las fluctuaciones.   Riesgo de liquidez El riesgo de liquidez es la posibilidad de que una empresa o individuo no pueda cumplir con sus obligaciones financieras a corto plazo debido a la falta de liquidez. Este riesgo puede surgir por varias razones, como una mala gestión del flujo de efectivo o una crisis económica. Así podemos encontrar riesgo de liquidez de mercado cuando existe dificultad de vender un activo en el mercado sin incurrir en una pérdida significativa de valor debido a la falta de compradores o a la baja demanda. Por otro lado, el riesgo de liquidez de financiación está relacionado con la falta de capacidad de una empresa para obtener fondos suficientes para cumplir con sus obligaciones de pago a corto plazo. El riesgo de liquidez es uno de los más habituales que puede afectar a los clientes de una empresa y una de las fórmulas más habituales para minimizarlo es la contracción de un seguro de crédito.    Riesgo de mercado El riesgo de mercado es el riesgo de que el valor de una inversión disminuya debido a cambios en los precios del mercado. Además de factores ya analizados, como los tipos de cambio o de interés, pueden existir otros motivos que lleve a que una economía se deteriore afectando a todas sus inversiones, desde crecimiento de desempleo a pérdidas de poder adquisitivo. En definitiva, existen diferentes causas que pueden llevar a un deterioro financiero de una inversión sobre los que no solo hay que tener en cuenta, también actuar con productos de cobertura que mitiguen algunos de sus efectos y así poder disminuir los riesgos financieros.