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Uno de los riesgos más importantes en los intercambios comerciales entre países con distintas divisas está en la evolución del tipo de cambio. Este es mayor si los intercambios se multiplican y son más globales.  Riesgo financiero Las fluctuaciones del tipo de cambio tienen efectos directos sobre los balances financieros de las empresas. Por un lado, las empresas que generan ingresos en monedas extranjeras pueden enfrentar pérdidas al convertir esas ganancias a su moneda base si el tipo de cambio es desfavorable. También influye en los costes de producción, especialmente en la importación de materias primas y bienes intermedios que pueden experimentar aumentos en sus costes si la moneda local se deprecia frente a la moneda en la que se paga a los proveedores. Hay que tener en cuenta demás que el precio de muchas materias primas cotiza en dólares.   Competitividad en el mercado La fortaleza o debilidad de una moneda local influye directamente en la competitividad internacional de sus productos y servicios. Así, una moneda más débil beneficia a los exportadores al hacer sus productos más accesibles en términos de precio para los mercados extranjeros. Por el contrario, una moneda fuerte dificulta las exportaciones al encarecer los productos, empujando a las empresas a ajustar sus márgenes o precios para mantenerse competitivas.   Deuda en otra divisa Aunque más minoritario y generalmente circunscrito a las empresas de mayor tamaño, otro de los riesgos viene derivado de financiarse en otras divisas, generalmente dólares y, en menor medida francos suizos o libras esterlinas. La volatilidad puede encarecer el servicio de la deuda si la moneda extranjera se aprecia frente a la moneda local, aumentando los costes financieros.   Mecanismos de protección Las empresas que utilizan CyComex, el portal de servicios de internacionalización e inteligencia de mercados de Crédito y Caución, pueden acceder a información actualizada sobre los mercados de divisas así como tener acceso a sus soluciones para la cobertura del riesgo de cambio ofrecidas en más de 140 monedas.  Para protegerse de la volatilidad del tipo de cambio hay varias alternativas agrupadas en productos financieros de cobertura y otras estrategias no financieras.   Productos financieros de cobertura Existen varias opciones de cobertura, generalmente a partir de productos financieros derivados, pero también con alternativas más clásicas: •    Contratos forward de divisas. Acuerdos personalizados entre dos partes para comprar o vender una cantidad específica de moneda a un tipo de cambio fijo en una fecha futura. Son flexibles en términos y cantidades, pero tienen un problema de liquidez (no cotizan en ningún mercado secundario) y hay que contar con una contraparte de confianza. •    Opciones sobre divisas. Derechos para comprar o vender una moneda a un precio específico en una fecha determinada, aunque también se puede ejecutar antes de esa fecha. Permiten limitar las pérdidas mientras se conserva la posibilidad de beneficiarse de movimientos favorables del tipo de cambio, siempre asumiendo que existe un coste inicial o prima que tiene que abonarse. •    Futuros sobre divisas. Contratos estandarizados para comprar o vender, de forma obligatoria, una cantidad de moneda a un precio fijado en una fecha futura, negociados en mercados organizados. Son menos flexibles que los forwards, al estar estandarizados, pero a cambio ofrecen alta liquidez. •    Swaps de divisas. Son acuerdos para intercambiar flujos de efectivo en diferentes monedas durante un período de tiempo específico. Su principal ventaja es que es útil para las empresas con necesidades recurrentes de divisas, pero su coste y complejidad les aleja de las pequeñas empresas.  •    Depósitos en moneda extranjera. Consiste en mantener fondos en una moneda extranjera para cubrir pagos futuros en esa moneda. Es una forma sencilla de implementar, pero en las que se asume el riesgo de las propias modificaciones que tenga el tipo de cambio.    Estrategias no financieras Además de los instrumentos financieros de cobertura existen distintas estrategias que pueden aminorar el impacto de la volatilidad en divisas:  •    Diversificación geográfica. Operar en múltiples mercados y monedas, y de esa forma distribuir el riesgo. •    Producción local. Si se aumentan las plantas de producción y las cadenas de suministro cerca de los mercados finales se reduce la exposición cambiaria. •    Facturación en moneda propia. Negociar contratos internacionales en la moneda base de la empresa para reducir riesgos. La volatilidad del tipo de cambio es un desafío importante para las empresas internacionales. En un entorno actual, caracterizado por incertidumbre económica y política, las estrategias de mitigación y diversificación de forma proactiva son esenciales para garantizar la estabilidad financiera y el crecimiento sostenible.