GRANCA

El comercio internacional es clave para el desarrollo de la economía global. La compleja red de intercambio de bienes y servicios conecta países de todo el mundo, impactando de forma directa en la prosperidad de las naciones y la calidad de vida de sus habitantes. Sin embargo, esta actividad también está sujeta a una serie de riesgos logísticos que pueden afectar significativamente a sus costes y eficiencia. 

Escasez de contenedores

Uno de los principales retos logísticos en el comercio internacional es la escasez de contenedores. Este problema se agudizó claramente durante la pandemia de Covid-19.  Los desajustes de demanda de bienes en ciertos mercados provocaron un desequilibrio que llevó a que contenedores vacíos quedaran retenidos en lugares donde no se necesitaban, generando cuellos de botella y con ello toda una serie de consecuencias:

•    Aumento de costes, las tarifas de los fletes han crecido.

•    Retrasos en la entrega al extenderse los tiempos de tránsito.

•    Impacto mayor en pequeños exportadores, que encuentran mayores dificultades para competir.

Este fenómeno puede desencadenar efectos en cadena que incluyen demoras en la producción, disminución de inventarios y dificultades para satisfacer la creciente demanda de los consumidores. 

Las economías emergentes, que dependen en gran medida de las exportaciones, son las más vulnerables, ya que carecen de los recursos para competir por contenedores en un mercado de gran demanda.

Disrupción de rutas marítimas

Otro desafío significativo es la disrupción de rutas marítimas clave. Esto puede ocurrir por varias razones:

•    Congestionamiento de puertos: la acumulación de barcos en espera para cargar o descargar es una situación cada vez más común. Factores como el aumento en el volumen de comercio y la falta de mano de obra en los puertos contribuyen a esta situación. Existen muchos proyectos a nivel mundial de aumentar la capacidad de puertos clave, pero no son soluciones inmediatas.

•    Condiciones climáticas adversas: fenómenos como huracanes, tifones y tormentas intensas pueden interrumpir el tránsito. Con el cambio climático, estos eventos son más frecuentes e impredecibles.

•    Conflictos geopolíticos: tensiones internacionales, sanciones y conflictos armados, pueden llevar al cierre de rutas estratégicas, aumentando los costes de transporte y prolongando los tiempos de entrega.

•    Incidentes en infraestructuras clave: ejemplos recientes incluyen el bloqueo del Canal de Suez por el buque Ever Given, que generó retrasos globales y gastos millonarios. Tales incidentes subrayan la vulnerabilidad del comercio internacional a interrupciones en puntos críticos.

Estas disrupciones no solo afectan a las empresas involucradas directamente, sino también a las cadenas de suministro a nivel global, creando escasez de productos y elevando precios en los mercados.

Digitalización y automatización de la logística

No todos los cambios son negativos. La digitalización y la automatización están transformando la logística internacional, ofreciendo soluciones para mitigar algunos de estos riesgos y mejorar la transparencia, la trazabilidad y la eficiencia operativa. 

•    Blockchain: su objetivo es compartir información de manera más segura entre todos los participantes de la cadena de suministro. Sus ventajas pueden ser variadas desde garantizar la autenticidad de los documentos, como cartas de crédito y contratos, eliminando riesgos de fraude; facilitar la digitalización de procesos, mejorando la eficiencia administrativa o permitir un seguimiento en tiempo real de mercancías, desde su origen hasta el destino, lo que incrementa la confianza entre las partes involucradas.

•    Internet de las Cosas (IoT): facilita el control en tiempo real de la ubicación y el estado de los envíos, permitiendo una mejor planificación y respuesta.

•    Digital twins (gemelos digitales): simulan operaciones logísticas para identificar posibles fallos y optimizar procesos antes de implementarlos en el mundo real.

•    Análisis predictivo: herramientas tecnológicas, como los sistemas de gestión de transporte (TMS) y software de análisis predictivo, cada vez más avanzando por la implementación de la Inteligencia Artificial (AI) permiten monitorear condiciones en tiempo real y anticipar interrupciones a la vez que ayudan a optimizar rutas y minimizar costes operativos.

Estrategias para mitigar riesgos logísticos

Más allá del impacto positivo de estas innovaciones tecnológicas se pueden implementar una serie de estrategias que ayuden a reducir el impacto de los riesgos logísticos actuales:

•    Elaboración de planes de contingencia en los que se traten riesgos específicos, como reajustes de inventario o proveedores alternativos, son esenciales para mantener la continuidad de producción o no tener roturas de stock. Los planes deben incluir distintos escenarios y alternativas para diversas eventualidades.

•    Diversificación de proveedores y rutas, reduciendo la dependencia y diversificando opciones, incluyendo el uso de otros modos de transporte como el terrestre o el aéreo.

•    Acuerdos de colaboración y alianza con compañías logísticas o participación en consorcios o asociaciones que faciliten el intercambio de información y recursos.

•    Modernización de infraestructuras. Aunque muchas dependen de las administraciones públicas, tener unas infraestructuras logísticas al día y preparadas para hacer frente al crecimiento del comercio evitar nuevas contingencias en el corto plazo.

Los riesgos logísticos en el comercio internacional representan desafíos complejos para las empresas. Sin embargo, mediante estrategias proactivas, colaboración y el uso de tecnología es posible reducir su impacto y conseguir un flujo comercial más eficiente. La capacidad de adaptación a problemas y cambios será clave para superar desafíos presentas y futuros en los que la sostenibilidad también jugará un papel clave.