27Sep2022

¿Qué es el flujo de caja?

Si generar ingresos es clave para la empresa, más lo es cubrir todos los pagos. De otro modo, cualquier negocio dejaría de ser viable económicamente.

¿Qué es el flujo de caja?
El flujo de caja es uno de los indicadores más relevantes de la salud financiera de la empresa. Si el resultado (beneficio o pérdidas) relaciona los ingresos y los gastos, el flujo de caja (positivo o negativo) representa la diferencia entre los cobros y los pagos que se producen en un periodo de tiempo.    Tipos de flujos de caja Al estimar el flujo de caja podemos controlar la generación y acumulación de liquidez que se traslada a la capacidad de pago y junto a otras variables es uno de los indicadores. En función de los movimientos de dinero que queramos medir nos encontramos tres tipos de flujos de caja: •    Flujo de Caja Operativo (FCO): Es el que se calcula por diferencia entre las entradas (ingresos) y salidas (pagos) de dinero generado por toda la actividad de la empresa. •    Flujo de Caja de Inversión (FCI): En lugar de aplicarse a la totalidad de las actividades del negocio, se centra en un determinado proyecto de inversión. Así se calcula restando los ingresos y gastos derivado de una inversión. •    Flujo de Caja Financiero (FCF): Se centra solo en la generación de capital, analizando los ingresos que originan las emisiones de acciones (recursos propios) y deuda (recursos ajenos) y los pagos a los que hay que hacer frente (devolución de deuda o pago de dividendos).   Para qué sirve el flujo de caja La estimación del flujo de caja operativo permite controlar nuestra capacidad de pago, o los recursos generados que podemos dedicar a otros fines. En el caso del flujo de caja de inversión y el flujo de caja financiero, permite analizar si estamos generando ingresos acordes a lo esperado. Además, es una medida de valor para los inversores de la empresa; sin un flujo de caja positivo difícilmente habrá capacidad para pagar dividendos, reducir el endeudamiento o invertir en nuevos proyectos que creen valor para la empresa.   Por todo ello es importante tener controlado el flujo de caja: •    Realizando previsiones de su evolución futura. •    Controlando los plazos pactados en el flujo de cobros y pagos. •    Reduciendo el impacto de los impagos a través del seguro de crédito, que supone análisis previo del cliente, indemnización en caso de impago y acciones recobro. •    Gestionando el stock de productos almacenados para no inmovilizar tesorería. •    Buscando alternativas de liquidez como pólizas de crédito o líneas de descuento.   Método directo para calcular el flujo de caja Es el más sencillo ya que se calcula restando a los cobros recibidos los pagos ya sean por operaciones corrientes relacionadas con la actividad de la empresa, pagos financieros (deudas, dividendos) e impuestos Flujo de Caja = Cobros recibidos – Pagos por actividades – Pagos financieros – Pagos por impuestos   Método indirecto para calcular el flujo de caja El método indirecto es más complejo ya que a diferencia del directo se realiza por adición de conceptos.  Flujo de Caja = Beneficios Netos + Amortizaciones + Provisiones + Cuentas a pagar – Cuentas a cobrar Su gran utilidad es que es prospectivo. A partir del beneficio calculamos cuál será nuestro flujo de caja con las previsiones de cobros y pagos, anticipando problemas. Además nos permite analizar cómo afectan los distintos conceptos a nuestro flujo de caja para tomar medidas que reduzcan los posibles desajustes.
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