16Nov2021

¿Qué es el efecto látigo?

Los cambios de demanda pueden amplificarse a lo largo de los canales de distribución hasta provocar la actual disrupción del comercio.

¿Qué es el efecto látigo?
En 1961 el ingeniero informático Jay Forrester acuñó el concepto de efecto látigo para explicar uno de los fenómenos más disruptivos de los canales de distribución: la tendencia a que una fluctuación en la demanda del cliente final se magnifique a lo largo de los eslabones de la cadena de valor por falta de información, del mismo modo que un gesto de muñeca se amplifica a lo largo del látigo, provocando una enorme oscilación en el otro extremo. En una situación ideal, de estabilidad absoluta de la demanda, cada uno de los eslabones de una cadena productiva podría gestionar con precisión sus aprovisionamientos, minimizando al máximo sus costes de almacenamiento. Sin embargo, en el mundo real la demanda final sufre siempre pequeñas oscilaciones imprevistas. Para evitar la incapacidad de afrontar un incremento en sus pedidos y perder su posicionamiento estratégico como proveedor, los distintos eslabones de la cadena acumulan un colchón de existencias de seguridad. Imaginemos un comercio acostumbrado a vender 50 unidades de un producto cada mes que cuenta con un stock de seguridad equivalente. Cada mes, solicita a su mayorista habitual 50 nuevas unidades. Si la demanda se duplicase, sería capaz de suministrar el producto pero su siguiente pedido sería de 150 unidades: 100 para atender los nuevos niveles de demanda y 50 para reponer sus existencias de seguridad. En el caso del mayorista, la demanda no se ha duplicado, sino triplicado. Cuantos más eslabones haya en la cadena -fabricantes, proveedores varios- más se amplificará este efecto. Las grandes fluctuaciones de la demanda de miles de productos en todo el mundo durante la pandemia han desencadenado efectos de látigo simultáneos a lo largo de las cadenas de valor interconectadas en todo el mundo que explican algunos de los efectos más perniciosos asociados a la actual recuperación: grandes fluctuaciones de los precios, rotura de stocks e incremento de los costes logísticos. Estos efectos desaparecerán a medida que la demanda se estabilice y cada eslabón vuelva a ajustar sus stocks. Mientras tanto, no debemos despreciar los efectos sobre el empeoramiento del riesgo de crédito que generarán los costes de este sobreabastecimiento en muchos eslabones de la cadena.
EMILIO ANTONIO CARRIZOSA

Agencia exclusiva nº 8142

Foto perfil agente

Añadir contacto a la agenda